Con el paso de los días algo dentro de mi vestimenta se fue convirtiendo inconscientemente en ropa de trabajo, un par de prendas que me acompañaban en cada aventura rural, a veces las vestía desde la primera hora de la mañana y otras cuando la vía o el clima lo ameritaban. Dentro de mi maletín se guardaban cuando no hacia frío, no había lluvia, y cuando las carreteras estaban en buenas condiciones, en otras palabras, casi siempre tenía puesto el uno, el otro o ambos; terminaron convirtiéndose en mi uniforme de trabajo, más aún que la camiseta blanca de computadores para educar.
Las dos prendas de las que les hablo, como dice el titulo de ésta entrada (Publicación) son: mi chaqueta impermeable azul oscura (Que aunque no lo crean calienta) y mis botas pantaneras negras marca Venus. La chaqueta la tengo hace mucho tiempo, si mal no estoy desde que estaba en grado octavo del colegio (Por allá en 1998), mi mamá me la dio junto con una sombrilla y una gorra durante una jornada invernal que asediaba al país, esa misma chaqueta con más de 12 años es la que me acompaña por estos días en las jornadas laborales, lo anterior comprueba cuatro cosas:
- Que cuido mucho las cosas.
- Que mi mamá es sabia y me compraba la ropa un par de tallas mas grandes y así duraba más tiempo.
- Esa costumbre de cargar el Kit de invierno, estando siempre preparado para la lluvia, se convirtió en una salvación durante los viajes rurales.
- Las madres que dotan a sus hijos con este tipo de Kits de invierno, son muy inteligentes cuidando a sus hijos, pues uno sale más caro enfermo que aliviado jajajajajajaja.
Mencioné otro elemento característico de mi Kit de invierno actual que es la sombrilla, pero en ésta no me detendré mucho, las sombrillas que venden hoy en día salen de muy mala calidad, siendo necesario comprar sombrilla casi que cada mes.
Finalmente están mis botas, con las que me podía adentrar en las montañas, detalle con el cual me sentía uno más de los lugareños en el campo, las compré éste año cerca de la galería de Armenia y concluí que los campesinos tienen pie pequeño, porque fue una verdadera odisea encontrarlas talla 42, mis botas están el 80% del tiempo sucias y cuando las limpio es porque ya me da pena jajajajaaja.
Con mi peculiar vestimenta se que parezco un ingeniero, pero agropecuario (Como dijo Merchán: De la C.R.Q.), así me siento cómodo desarrollando mi labor, los campesinos a veces llegan a entrar en camaradería (Algo muy importante) y dejan de verme como “EL INGENIERO”, para empezar a ser Alejandro con todo el respeto que implica la amistad en el campo… A veces me incomoda ser llamado así “Ingeniero”, parece que trazaran un muro entre ellos y yo; sin embargo eso es lo que soy y para eso estudié para ingéniamelas, diseñar, gestionar, hablar, explicar, valorar, pensar y otras tantas.