sábado, 9 de octubre de 2010

HISTORIAS DE WILLYS

Hasta el momento dentro de lo escrito he tocado temas relacionados con los actores  convencionales de la comunidad educativa  como son: docentes, rectores, niños, estudiantes, comunidad y alcaldía, omitiendo el mencionar a ciertos personajes poli-faceticos que en muchas oportunidades me han llevado a aquellas escuelas hasta dónde llega la carretera, son los conductores de los willys, en especial los del turno (Turno de las 6:00 am o de la 1:00 pm o de las 4:00 pm), porque los que transportan estudiantes salen a horas no convenientes para mi labor.

Con algunos  de ellos he tenido la oportunidad de conocer de manera oral la historia de sus vidas, del pueblo, de la vereda, de la hija de zutano y el primo de menguano; también he desempeñado una labor importante en un trabajo indirecto que estos conductores tienen desde tiempos inmemorables y es el de acarreo de productos del campo, de dinero, de razones y de recargas de celular, mi labor consiste en recibirle al conductor la encomienda mientras este arranca nuevamente.  
Hay en especial una conversación que no olvidaré y me fue contada en medio de las vías rurales visitando algunas sedes educativas de Génova.  


Hace mucho tiempo en una tierra muy muy lejana existían los malos, los buenos y la comunidad (En la que se encontraban los conductores de willys), tanto malos como buenos necesitaban transportarse por la zona rural de esas lejanas tierras, debido a que tenían compañeros viviendo en medio de la montaña; pero el problema radicaba en que ni buenos ni malos se podían encontrar en el camino, si esto sucediera  y cuando sucedía habían baños color escarlata por las cunetas en las vías.

Los conductores de willys que como bien sabemos deben cubrir ciertos turnos o rutas hacia las veredas,  empezaron a ser utilizados por ambos bandos como emisarios evitando encontrarse en medio del camino los de un lado con los del otro; utilizados para hacer mandados, acarreos y llevar razones de todo tipo, que a nadie le gustaría dar; de negarse a cumplir su vida se vería en peligro……….. posteriormente los buenos se dan cuenta que los conductores le están sirviendo a los malos y viceversa, siendo entonces amenazados los conductores por parte y parte, lo que conlleva a la reducción en la calidad de vida de los mismos, pues en muchas ocasiones desde que se pudiera, se veían obligados a dejar de prestar su servicio como transportadores, les era complicado conservar el sueño, su vida estaba teñida de zozobra  y nerviosismo, temiendo que algún día llegaran representantes de un bando o del otro a ajusticiarlos; porque aunque la orden era no servirles, muchas veces se vieron obligados a hacerlo, teniendo un fusil apuntándoles.


Tiempo después……… Algunos conductores murieron, otros fueron judicializados y quienes salieron bien librados de esas épocas repudiadas, son quienes conducen estos carros de guerra que en Colombia, que en el Quindío permiten que un campesino pueda bajar desde su finca al pueblo para hacer mercado los sábados.

1 comentario:

  1. Hola alejo, la verdad esto de ser delegado es una experiencia única, son mas lo momentos gratificantes y bonitos, y también me ha tocado escuchar historias de ese tipo no solo de los conductores de willys, también de los que se transportan en motos, que van a esas veredas donde solo se pueden entrar en ellas y les toca hacer maromas para subir en este medio de transporte lo que debería ir en un williys.... como complicado no? jajajaj, un abrazo DIANA ROJAS

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